La enfermedad de Alzheimer es la forma más frecuente de demencia. No se puede curar. El número de personas con Alzheimer no deja de aumentar: actualmente hay unos 33 millones de afectados en todo el mundo.
Debido a la pérdida progresiva de neuronas, los enfermos padecen de pérdida de memoria, tienen problemas de orientación y ya no pueden desenvolverse solos en la vida cotidiana. Como consecuencia, la calidad de vida de los afectados y de sus familiares se reduce considerablemente.